ESMERALDA Y SU AVENTURA

Había una vez una niña que se llamaba Esmeralda. Esmeralda era una niña dulce y hermosa, su madre era costurera y casi no tenía tiempo para su hija.

Un día esmeralda se levantó muy feliz, pues ese día era el cumpleaños de Esmeralda, ella estaba muy, pero muy emocionada, porque su mamá le prometió que la iba a llevar a la feria, pero su mamá no vendió nada ese día, y por esa razón no tenía nada de dinero, su mamá se puso triste y se sintió mal por no poder llevarla a la feria.

Al terminar de vender llegó a su casa y de inmediato salió Esmeralda, ella se encontraba lista para ir a la feria, su mamá le explico todo a Esmeralda, pero Esmeralda no comprendió la situación, entonces su mamá para recompensarla, le quiso hacer un muy bonito peinado, con flores naturales muy bellas y hermosas trenzas como la seda, pero Esmeralda no accedió, aun así, su mamá no se dio por vencida y la termino convenciendo.

Al separar el cabello de Esmeralda para peinarla noto que tenía muchos piojos, su mamá estaba muy cansada como para quitárselos ese mismo día, así que dejo que pasaran los días, hasta que un día su mamá llego del trabajo, la puerta del cuarto de Esmeralda estaba abierta, así que la vio durmiendo, se acercó y cuando le dio un beso en el cachete vio de nuevo sus piojos, en ese mismo instante Esmeralda se despertó y le dijo a su madre rascándose con las dos manos la cabeza- ¿ya llegaste? -, su mamá se asustó y de inmediato corrió por vinagre y alcohol para echárselo en la cabeza y que sus piojos se murieran.

Pasaron los días después de ese suceso y su mamá una tarde se dio cuenta que ya no tenía ningún piojo Esmeralda, su mamá se puso muy feliz, ya que esta vez si la iba a poder peinar, pero Esmeralda no quiso, su mamá se enojó mucho con ella. Esmeralda también se molestó al ver la actitud de su madre y decidió irse de la casa, empaco comida, algunas cobijas y se marchó.

En busca por encontrar un nuevo hogar, Esmeralda encontró a un conejito que estaba perdido, decidió cuidarlo mientras buscaba de nuevo a la familia del conejo, paso días buscando, pero no los encontró, ya casi no le quedaba agua ni comida, y el conejito estaba comenzando a volverse flaquito, de pronto vio un cartel que decía- se busca a este conejito, y vio la foto del conejito que ella estaba cuidando, ahí mismo venia un número de teléfono y una dirección a donde marcar por si alguien lo encontraba.

Pero Esmeralda no quiso entregarlo, a pesar de todo sabía que si el conejito seguía con ella podría morir, así que decidió que lo iba a regresar a su familia, se dirigió a la dirección que marcaba el letrero, y al llegar al lugar noto que el conejito era de una familia muy rica, toco a la puerta, alguien salió y recibió al conejito. Esmeralda con lágrimas en los ojos se despidió de su amiguito, pero feliz porque ahora estaría mucho mejor.

Esmeralda entonces se acordó de su mamá, así que se regresó a su hogar, su mamá en cuanto la vio, salió corriendo y la abrazó, le sirvió un enorme plato caliente de sopa y la llenó de mucho amor.
Esmeralda aprendió la lección, desde ese día se deja revisar su cabeza por los piojos y peinar.
Moraleja: "no seas como esmeralda…"
Autora: Guadalupe MM.

Cuento ganador . Libro "Literario, Decamerón 2020", con 100 cuentos de la república mexicana y algunos del extranjeros. !Felicidades Lupita!



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